LAS IMÁGENES DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD
La primera imagen de Ntra. Sra. de la Soledad de la cual se tiene constancia, era propiedad de la Cofradía de la Soledad del Monte Calvario. Esta imagen, de autor desconocido, se bajaba y se subía en Romería, desde su Santuario a la Iglesia de Santiago (Santa Lucía) y viceversa, desde el año 1256.
Cuando los cofrades Marrajos adquirieron la Capilla que poseían en propiedad, en la calle Mayor de Cartagena, colindante con el Convento de Santo Domingo, encargaron una imagen de la Soledad (esta imagen, carente de valor artíctico, se atribuye a un fraile aficionado a la escultura). La imagen arraigó profundamente en lso habitantes del Barrio de Pescadores, tanto que al callejón de Jesús Nazareno le cambian el nombre por el de Callejón de la Soledad, e inclusive colocaron un cuadro de la Virgen de la Soledad.
Con el transcurrir de los años, la imagen fue sometida a desafortunadas restauraciones, perdiendo su fisionomía original.
En el año 1924, los cofrades marrajos, dado el mal estado de la imagen, acuerdan encargar al escultor valenciano, D. José Capuz, una imagen de la Soledad.
El 30 de marzo de 1925 había llegado la imagen de la Virgen de la Soledad a Cartagena, siendo expuesta en la Capilla marraja para desfilar este mismo año en la procesión del Viernes Santo.
Esta imagen cautivó enseguida a los ciudadanos, y fue tal el impacto que causó a su Camarera, la Marquesa de Fuente González, que ésta sufragó durante varios años los gastos de su salida en Procesión y donó distintos enseres ornamentales a la imagen.
En el año 1936, el vandalismo comunista se adueña de la ciudad y quema el rico patrimonio escultórico de Cartagena (entre este patrimonio se encuentra la Virgen de la Soledad). Terminado el funesto período rojo, se encarga a José A. Rigal (escultor valenciano) una Soledad, en la que ya trabajaba en enero de 1940, para que fuera procesionada ese mismo año. Esta nueva imagen -carente de valor artístico- solo desfiló durante tres años, al no ser del agrado de los cofrades ni de los devotos.
En Junta de Mesa de la Cofradía Marraja, se acuerda encargar una nueva imagen de la Virgen de la Soledad, al escultor José Capuz.
El 9 de abril de 1942, Capuz ya trabajaba en la nueva imagen de la Virgen de la Soledad que se le había encargado.